viernes, 16 de octubre de 2015

CAMINO DE ROSAS

 
No hay nada como cuando todo está tranquilo, calmoso y en paz. Todo va tan bien, marcha tan a la par, que parece que no hay nada de qué preocuparse.
Pero resulta que muchas veces, por cuestiones de los afanes de este mundo tan trajinado, nos olvidamos de que la vida es un camino.
¡Es un camino de rosas!
— Y sí, tienen toda la razón en mirarlo así, porque así es, es un fabuloso camino de rosas. Pero con espinas.
— ¿Con espinas?
— ¡Sí! — Con espinas, con las cuales en algún momento de nuestras vidas nos iremos a puyar, aunque así no lo queramos y por donde dé, tratemos de evitarlo.
— ¿Y cuáles son aquellas espinas, para tratar hacerlas a un lado?
Mis estimados, no hay forma quizá de evitarlo; porque ya bien lo dijo nuestro amoroso Creador: “En el mundo tendrán aflicciones, pero confíen, yo he vencido al mundo”. Así que las espinas, queridos amigos, no son más que  todos aquellos acontecimientos adversos de los que hoy estamos rodeados.
¿Acaso en algún momento de sus vidas no han sido golpeados por la cruenta marea de la traición, cualquiera sea su manifestación, al momento de querer compartir con otros en manera desmedida y sin reparo, de lo mejor de sí? ¿No han tenido que escuchar ese tipo de palabras desgarradoras para su alma como mazo indolente?; como: ¿Tú?, tú no eres nadie, tú no tienes nada, tú no sabes nada. Es más: mírate, no eres ni bonito, ni por dentro, ni por fuera. Aparte también de otro tipo de crueldades que ahora no vale la pena mencionar.
Solo mirando, las escalofriantes escenas que nos regala este cuadro, con ello,  podemos comprobar que no hacen falta más palabras, pues las imágenes, hablan por sí solas, crueldad, deshonor, deshonra, abandono, abuso, maltrato, intriga y chisme. Todo un sancocho criollo salado con las lágrimas que como cataratas descendieron por tus mejillas hasta casi ya desgastarlas, y, a su vez ensalzado con el más cruento dolor.

¿Quieren más?
 
Pues bien, qué contestarían si les preguntara ¿qué representa para ustedes la imagen de un payaso? De seguro muchos dirían: miedo, alegría, risa, diversión, todo según su experiencia. Pero si nos fuésemos un poco más allá, notaríamos de verdad que hay otras formas de poderlo comparar, y para este caso hay dos en particular. Podríamos decir que esta imagen nos representa la máscara de la falsedad. La imagen pantallista de aquellos que te regalan una falseteada sonrisa, pero solo con el propósito macabro de que tú te puedas fiar, y cuando das la vuelta, como fieras sin misericordia, con sus fuertes mandíbulas y garras, representadas a través de las palabras y algunos malos hechos, te comienzan a devorar. Dejándote casi inerte y sin aliento para volverte a levantar. La otra, es solo la clara muestra de aquella actitud que debemos tomar frente a dicha adversidad; pues nos enseña que debemos dar siempre una sincera sonrisa y revestir nuestra actitud de grato color y alegría cuando todo va aparentemente mal, comprendiendo que en realidad tales cosas hacen parte de esta vida, y que lo que sucede es nada más por causalidad.
 ¿Puede entonces salir algo bueno de cosas como estas?

 
Claro que sí, nosotros debemos en esto comprender, que no hay cosas que no nos pasen que no podamos soportar, y que, si así sucede o está sucediendo hoy, es solo para poder crecer, ya que sin dolor, no hay ganador. Pues todo cuesta un valor por el cual hay que luchar, a pesar de tropezar.
Total, en estas luchas cotidianas de una vida y humanidad cargada de debilidades y defectos, nunca hemos estado a la deriva. Aunque tal así parezca, pues no es negado que uno pueda llegarse a sentir como si por un abismo descendiéramos sin parar. Cosa normal, ya que para nuestro bien, un soberano alfarero a través de todo lo que hoy nos rodea y parece que nos lastima, ha estado trabajando para sacar de nosotros su más bella y fina obra. Solo entonces es necesario reconocer que:
Aunque no lo veas, Él está contigo
Aunque no lo toques, Él te lleva de su mano
Aunque no le creas, Él siempre ha creído en ti

¡¡Él es tu Dios!!